Como todos los años y siguiendo a la Organización Mundial de la Salud y a la Federación Internacional de Alzheimer, el 21 de septiembre es una fecha clave para todas las instituciones, organizaciones y sobre todo familiares y enfermos de Alzheimer, ya que se celebra el Día Mundial de esta enfermedad.
Enfermedad que debe su nombre al neurólogo alemán Alois Alzheimer quién en 1907 describió los síntomas que presentaba una mujer y que afectaban principalmente a su memoria. Desde aquel entonces y siguiendo el avance de la ciencia, la enfermedad es mucho mejor conocida, el diagnóstico se hace con mucho mayor grado de certeza y también las posibilidades de intervención se han ampliado, ya que a las terapias farmacológicas sobre la cognición y los trastornos psicológicos y conductuales, se han ido incorporando otras, de tipo no farmacológico, que tratan de estimular a los pacientes, de acuerdo a la fase evolutiva en que se encuentren, a fin de lograr enlentecer la evolución de la enfermedad, facilitando, en la medida de lo posible, la vida independiente del enfermo.
El carácter crónico e irreversible de la enfermedad hacen necesario que desde los organismos sanitarios se pongan en marcha las medidas oportunas para que la detección sea lo más precoz posible, incluso antes de que los primeros síntomas se manifiesten (etapa preclínica) en los sujetos de mayor riesgo; la posibilidad de que las personas con Alzheimer y/o sus cuidadores, generalmente familiares, puedan acceder a los expertos de la salud de manera inmediata a fin de consultar cuantas dudas y alteraciones presente el paciente en su evolución; así como la puesta en marcha de unidades especializadas de intervención, que al igual que en las patologías de tipo físico intervienen sobre el paciente tratando de rehabilitarlo, actúen sobre las áreas afectadas del paciente con Alzheimer tratando de potenciarlas y como decíamos anteriormente, enlentecer el proceso evolutivo a fin de mantener o incluso mejorar la calidad de vida del binomio paciente/cuidador.
Los recursos asistenciales, en relación a los datos de prevalencia de muchas patologías de las denominadas edad-dependientes (Demencias, Accidentes Cerebro-Vasculares, Parkinson,..) deberían especializarse para poder atender a los pacientes de acuerdo a su tipología. En este sentido y al igual que en otras comunidades ya empiezan a ponerse en marcha centros especializados en la atención de personas con demencia, desde la Sociedad Gallega de Gerontología y Geriatría (SGXX) entendemos que sería un paso importante el ir consolidando dentro de los propios Centros Gerontológicos o de manera independiente Unidades de Valoración e Intervención, a las que pudieran acudir los pacientes para recibir una atención especializada. Por ello, en el curso que se inicia, la SGXX pondrá en marcha en las cuatro provincias gallegas una serie de cursos de formación en valoración e intervención cognitiva, que de carácter gratuito e impartidos por expertos, tendrán el objetivo de hacer llegar a los profesionales de los centros de atención a las personas mayores las bases para una buena exploración neuropsicológica, así como los planteamientos para una intervención eficaz.
Desde la SGXX nos unimos en este día al resto de organizaciones que trabajan en aras de sensibilizar a la población general en la importancia de la Enfermedad de Alzheimer, recordando a través de esta nota institucional, nuestro importante papel en esta tarea.
José C. Millán Calenti
Presidente SGXX