Entrevista a Xaime Fandiño, escritor, músico, doctor en Comunicación Audiovisual y director del Proyecto “Vulnerables”

¿Qué es para usted el envejecimiento activo?

En primer lugar, me gustaría aclarar que este término debería evolucionar para enfocarse más hacia elaborar un proyecto de plan vital. Creo que las palabras son muy importantes. Activo se relaciona con verbos de acción y esto se suele referir a viajar, hacer ejercicio, participar en actividades, pero hay algo fundamental que es el plan vital que está en tu cabeza y esto es lo primero que hay que definir cuando envejeces. Después, este plan vital será físico, intelectual, científico, etcétera, pero no se puede reducir al aspecto físico.

En resumen, cuando se habla de envejecimiento activo siempre se relaciona con lo físico, porque no está regulado ni establecido que se pueda generar actividad a determinadas edades más allá de estar en tu ‘gueto’, haciendo cosas que se supone se corresponden con la jubilación y el hecho de hacerte mayor.  Pero de esta forma quedas aislado del resto de la gente, no interrelacionas socialmente, no participas con otros grupos de edad.

Por todo esto creo que hay que actualizar el concepto envejecimiento activo, porque en su momento fue adecuado, pero los que ahora nos incorporamos a la jubilación somos generaciones diferentes, que hemos viajado más, con formación, que hemos realizado muchas cosas a lo largo de la vida, que nos hemos adaptado sin problemas a la era digital, y necesitamos otras opciones.

No obstante, para que exista ese plan vital hay que enseñar a envejecer, para que cuando llegue el momento no se encuentre inactivo y aislado. Por otro lado, es importante que jóvenes y mayores estén en contacto, que unos aprendan de otros, etcétera.

El problema es que hay gente que piensa que los mayores no saben interactuar o no saben manejar las herramientas informáticas, ya lo dan por hecho, y eso no es cierto.  Lo importante es ofrecer formación o actividades que interesen a esa persona mayor.  Los mayores son activos, integrados en la sociedad, son intergeneracionales, están considerados como excedentes de conocimiento.

¿En qué consiste el proyecto Vulnerables?

Es un proyecto muy ‘outsider’, como lo denomino.  Cuando me jubilé me di cuenta de que me quedé sin opciones para hacer cosas. Yo era profesor universitario y pasé a ser un número. Y pensé, tengo que hacer algo, y con un compañero que también se jubiló, que se llama Chimay, montamos el grupo ‘Deteriorados’ para llevar el mensaje de que hay otra forma de plantearse la vida aunque te hagas mayor. Después nos dimos cuenta de que tenía que ser intergeneracional e incluimos personas desde los 20 años en adelante.  Hicimos una banda y grabamos un casete, todo es reciclado, es un producto de economía circular, confeccionado todo por nosotros. Además, tenemos un código QR que permite escuchar las canciones en la web. Este disco ese llama ‘Clases pasivas tour’. Con estas canciones nos desplazamos por muchos sitios donde hay público a pie de calle y llevamos nuestro concepto de envejecimiento activo y cómo aprender a envejecer, pero a través de las canciones. Utilizamos instrumentos diferentes también.

A partir de ahí surgió el proyecto vulnerables, que incluye varias iniciativas distintas, siempre en el entorno de enfocar de una forma diferente el envejecimiento.

Algo como la dependencia nos preocupa y mucho, pero para eso hay profesionales expertos que investigan en este campo y ofrecen mucha información, nosotros nos centramos en esos años que hay tras la jubilación, antes de llegar a un edad avanzada o que aparezca una dependencia. Vulnerables es como un contenedor de las diferencias iniciativas que tenemos en marcha.

 

 Están discriminadas las personas mayores en España, ¿Crees que se les considera un grupo aparte?

Sí, claramente, en el momento que se denominan clases pasivas, ya te da una visión de cómo está el tema.

Otro dato, mucha gente tiene miedo a pronunciar la palabra ‘viejo’. La palabra joven o niño se dice sin problema, pero ‘viejo’ no, y se inventan eufemismos como senior, tercera edad, ‘viejenial’, pero no es así, viejo es una buena palabra. Sólo habría que actualizar el significado, no se puede identificar con una persona mayor frágil o con dependencia.

Incluso hay nombres de programas muy desafortunados,  por ejemplo ‘adopta un abuelo, para mi no es correcto, yo diría ‘pilla un colega’, porque es alguien con quien los jóvenes se van a entender, les pueden contar lo que quieran y encontrar un buen apoyo

Yo creo que es importante revisar el término ‘viejo’ y empoderarlo, hay que sentirse orgulloso de pertenecer al grupo de los mayores porque es un éxito llegar a ser mayor.

Es una etapa en la que podemos desarrollar el proyecto vital que siempre deseamos pero no pudimos hacerlo por motivos laborales o familiares.

Sin embargo, por esos comportamientos edadistas que hay en la sociedad, a los mayores se les mete en un ‘gueto’ en el que se desarrollan acciones muy homogéneas, y esto es un gran error porque es un colectivo muy heterogéneo, probablemente el más variado de todos los grupos de edad.

 

A principios de abril presentó ‘La acera volada’,  un libro que plasma su niñez y juventud con  humor y emoción al mismo tiempo a través de los artículos que durante un año escribió en Faro de Vigo. ¿Qué le motivó a publicar este libro?

 

Realmente empecé a escribir artículos sobre temas de envejecimiento, pero luego comencé a hablar de mi niñez, de la ciudad de Vigo, etcétera. Escribí varios artículos y los envié al periódico, les gustaron y fue como apareció esa sección semanal, a la que luego fuimos añadiendo fotos que ilustraran lo que contaba en el artículo de esa semana.

Las fotos, al principio era difícil conseguirlas, pero mi compañero en el grupo Deteriorados, Chimay, dibuja muy bien y comenzó a colaborar conmigo ilustrando las historias que contaba en el artículo. Esto fue durante un año, empecé en enero y acabé a finales diciembre y recopilé 50 artículos y en ese momento decidí parar esa sección y recopilarlos en un libro.

Al principio dudé cómo hacerlo porque estaban escritos en castellano y la editorial quería que los tradujera a gallego y así lo iba a hacer, pero me di cuenta de que si los traducía no transmitirían el sentimiento que yo tenía, porque mi niñez había sido en castellano y se desvirtuaban algunos sentimientos o expresiones.

Así que decidí que, por lo menos la primera edición debía ser en castellano y busqué otra editorial. Atento nos echó una mano para la publicación y María Castelao, que fue alumna mía, nos ayudó a maquetarlo. Y así fue como conseguimos sacar la publicación. Todo de una forma muy autónoma y altruista.

La recaudación de la venta que se hizo el día de la presentación, fue para María Castelao que se lo donó a una ONG.

En estos momentos estamos pensando en hacer una reimpresión e intentaremos que se venda en algunas librerías para que las personas que no vinieron a la presentación y quieren tener un ejemplar, puedan comprarlo.

Por otro lado, al cerrar esa serie hablé con Faro de Vigo para proponerles escribir sobre mayores, edadismo, el gueto cronológico en el que estamos metidos,… Me pidieron algunos escritos sobre esto y les gustaron, y así nació la sección que hay actualmente, que se llama ‘Más allá del gueto cronológico’. En ella trato de dar una nueva perspectiva sobre el envejecimiento y las cosas que suceden en la vejez.

 

Y actualmente, ¿Qué proyectos tiene en marcha?

Estoy ultimando un programa de televisión. En el año 2018 presenté un proyecto con un formato intergeneracional, un poco ‘golfo’, pero riguroso en el planteamiento. Se sale de los estándar que se suelen hacer. El objetivo es abrir el debate y reflexionar sobre el envejecimiento, desde una perspectiva positiva, aprendiendo a envejecer y teniendo en cuenta que los mayores somos heterogéneos y necesitamos opciones diversas para dar respuesta a las necesidades.

Para una televisión pública de Galicia, que es una  comunidad muy envejecida,  les pareció una opción muy interesante y así empezó esta experiencia, actualmente ya hemos hecho un programa piloto y estamos empezando la producción de una serie de capítulos de ‘Incombustibles’, que así se llama. Está presentado por Teté Delgado y Manolo Botana.

Y, claro, la banda ‘Deteriorados’ en la que pone la nota musical al programa. Es un magazine variado pero entretenido, al tiempo que riguroso en los planteamientos.

Está previsto que se estrene en otoño, pero aún no tenemos fecha fijada.

Otro de los pilares con los que estoy es la Cátedra de Edadismo, en la Universidad de Vigo, que en vez de nacer desde el ámbito de la Gerontología o la Geriatría, nace desde la Comunicación. Queremos ser un vehículo comunicativo y explorar todo lo relacionado con el envejecimiento para concienciar y luchar contra el edadismo.

Es decir, saber diferenciar las características de los prejuicios contra las personas mayores y los estereotipos y concienciar sobre ello. Creemos que podemos dar visibilidad y difusión a todos estos temas para llegar a más personas. Se pueden introducir elementos en esta línea en trabajos de investigación, en las materias de las asignaturas, en trabajos fin de Máster, etcétera

Como ya he dicho anteriormente, somos heterogéneos  y no se puede tratar a todas las personas mayores por igual, hay que dar opciones vitales distintas para que cada cual sea feliz en esa etapa de la vida. Pero a veces es más fácil hacer cosas en global, para un grupo numeroso, que dar distintas alternativas. Por eso es tan importante dar difusión y hacer concienciación de las características del colectivo de los mayores.

 

Autora: Cristina Villanueva