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Al encuentro acudieron cerca de 200 congresistas

El presidente de la SGXX, Miguel Ángel Vázquez Vázquez y la psicóloga y experta en psicogerontología, Romina Mouriz

El buen trato y los edadismos despertaron gran interés

Un momento de la intervención de Mouriz

Durante todo el congreso destacó la alta participación de las persona asistentes planteando todo tipo de cuestiones

Sara Marsillas durante su intervención

Antonio Conde Ríos recibe el V Premio Nacional Conjupes

Intervención del presidente de Conjupes, Vicente Sanz

La directora general del Imserso, Carmen Balfagón

 

 

 

 

 

 

(Víctor Sariego, 27/04/2018).- La psicóloga y responsable del área de psicología en el Complexo Terapéutico Xerontolóxico A Veiga (Lugo), Romina Mouriz Corbelle, dejó patente en Vigo que “la humanización en el trato a las personas mayores, especialmente a aquellas con vulnerabilidad cognitiva, es uno de los nuevos grandes retos de la Atención Sociosanitaria en nuestro país”. En ese sentido, matizó, “en los últimos años, los avances en la asistencia de los centros residenciales han sido numerosos, ambiciosos e importantes”, pero, advirtitió, “En España y en nuestro entorno, estos cambios se están implementando con mucho retraso y los modelos hasta ahora vigentes, no valen, no son sufientes, tienen importantes carencias y déficits para atender la transformada realidad de este momento, y las nuevas demandas y necesidades que genera a su vez el nuevo tipo de persona mayor actual”.

Por eso, señaló, “es necesario identificar y divulgar algunos de estos retos en los modelos de atención actuales, así como fomentar la transferencia de buenas prácticas que nos permitan optimizar nuestros esfuerzos profesionales y, por supuesto, mejorar la calidad de vida de las personas mayores institucionalizadas.”.
En ese sentido, subrayó, “la comunicación puede ser un buen indicador para conocer las actitudes de los profesionales y, el elderspeak o habla edadista, los estereotipos negativos que acaban convirtiéndose en prejucios, representan una práctica negativa más habitual de lo que podemos creer en un primer momento” y que, “sin duda constituyen mal trato a las personas mayores” y frente a los cuales Mouriz apuesta por que estas “tomen sus propias decisiones, es decir, desarrollar su autonomía, instaurar y desarrollar los nuevos modelos de atención personal y extender estos principios a nivel profesional y social, especialmente reconocer la heterogeneidad del colectivo senior”, por que, dijo, “las personas mayores no son todas iguales, tienen su propia idiosincracia”.

Estas fueron parte de las conclusiones de la ponencia ‘El buen trato y comunicación con las personas mayores y el Elderspeak’ que Mouriz expuso en el III Congreso Nacional de la Confederación de Jubilados, Jubiladas y Pensionistas (Conjupes) que se celebró en Vigo este 27 de abril bajo el lema ‘Superando desafíos e incertidumbres’. Un encuentro que reunió a cerca de 200 congresistas de toda España con el objetivo de analizar el envejecimiento poblacional de la sociedad actual y las herramientas que los equipos profesionales y de atención sociosanitaria tienen a su alcance para abordarlo de forma positiva. 

En el mismo sentido se manifestó el presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX) Miguel Ángel Vázquez Vázquez refiriéndose a que los estereotipos negativos hacia las personas mayores ofrecen una imagen muy distorsionada de este grupo, que deriva en la eliminación de sus derechos, en la justificación y recurrencia a malas prácticas e incluso mal trato en su atención y acaban convirtiéndose en una auténtica discriminación por la edad o edadismo.
Estos edadismos, argumentó, se vierten además en la comunicación con los adultos mayores simplificando y haciendo superficial el diálogo, recurriendo a un tono emocional degradante, condescendiente, aclarando lo que se dice como si el interlocutor no entendiera lo que se habla, estuviera aprendiendo a hablar, o como si se tratara de un niño pequeño.

El “habla para viejos” no sólo representa un lenguaje paternalista, terminó expresando el geriatra, “sino también un estilo de expresión que tiene un ritmo más lento, una entonación exagerada, un tono elevado y el vocabulario más simple que el que se utiliza con un adulto en un discurso normal” como recurrir a un genérico “abuelo”, cuando no es el caso, o para designar a todo el sector poblacional de mayores, “hablar de qué joven estás o qué bien te conservas, etcétera”. 

Los ámbitos del Congreso

El acto de inauguración corrió a cargo del presidente de Conjupes, Vicente Sanz Fernández que destacó los tres ámbitos en los que la entidad quiso centrar este nuevo encuentro: “la preocupación por el mantenimiento del poder adquisitivo y la viabilidad de las pensiones, tema preocupante, muy actual y centro de muchos de nuestros debates; el buen trato en las personas mayores, tanto desde el punto de vista de desterrar su aspecto negativo recogidos en el último informe del Imserso de 2016 y la falta de reconocimiento de este fenómeno como un problema social, como la potenciación del buen trato; y el manejo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y el acceso a ellas por parte de las personas mayores”.

Después, la doctora en Psicología del Envejecimiento Activo de la Universidad de Santiago (USC) e Investigadora de la Fundación Matia, Sara Marsillas expuso en su ponencia ‘Las nuevas tecnologías y las personas mayores’ que “la brecha digital entre las personas mayores y el resto de la sociedad en su acceso a las nuevas tecnologías de la informacion y la comunicación TIC, ya no lo es tanto, el factor edad empieza a no tener tanta importancia”, indicó, “con cada generación que se incorpora a esta etapa de la vida se va estrechando esta brecha digital”.
Sin embargo, subrayó, “existen varias tendencias en la actualidad, influidas por los estereotipos hacia la vejez, que retrasan esa eliminación de la brecha digital”. Entre ellas, “creer que las personas mayores no se interesan por la tecnología y que tendrán dificultades por incorporarla a su día a día” o, por el contrario y paradójicamente, “informatizar la vida de los mayores sin ton ni son”.

Marsillas definió el acceso a las TIC de las generaciones de más edad como “uno de los grandes retos de la sociedad actual” que, debe afrontrarse, “en primer lugar, individualmente, desde las propias personas mayores y, en segundo lugar desde todo tipo de entidades privadas y públicas”, porque, aseguró, acceder a este tipo de tecnología, “mejora la calidad de vida, fortalce la independencia y la autonomía, mantiene un estado de vida activo y saludable y estimula la actividad mental” por lo que son imprescindibles para el envejecimiento activo y suponen “una forma diferente de que las personas permanezcan activas e integradas socialmente”. 
Así, concluyó, “las nuevas tecnologías, y más concretamente Internet, son muy relevantes para el colectivo senior, ya que pueden compensar, potencialmente las pérdidas relacionadas con la salud, retrasar la aparición de enfermedades y patologías incapacitantes, potenciar el bienestar mental y social, mejorar el sentido de competencia personal, disminuir los niveles de soledad al aumentar la inclusión, la participación y la interacción social, incrementar el nivel de actividad y mejorar la satisfacción vital”. 

‘Estrategia de Envejecimiento Activo’ del IMSERSO

Para concluir el turno de ponencias, la directora general del Imserso, Carmen Balfagón, presentó la ‘Estrategia Nacional de Envejecimiento Activo y el buen trato a las personas mayores’ realizada por su departamento en 2016 que, aseguró, incluye varias demandas del colectivo de mayores, principalmente “considerar el envejecimiento como una oportunidad y no como un problema”. En muchos países de la Unión Europea, advirtió, “se ha tratado a los mayores como un colectivo a apartar, a dejar a un lado, y no se puede permitir desperdiciar toda la experiencia, sabiduría y conocimiento acumulados durante años, que es lo que representa la edad”.
Por eso, esta ‘Estrategia’, defendió, “está realizada principalmente contando con las personas mayores, precisamente para conocer cuáles son sus necesidades, demandas y situación. Para que se les escuche, se les atienda, para que le respeten los derechos que han adquirido y que se deben adaptar a la situación cambiante y actualizada y, sobre todo, poner en valor el tesoro que representa el conocimiento acumulado de la generación senior”. 

En el documento se pone de evidencia, comentó Balfagón, “la necesidad de que las entidades e instituciones que sirven y atienden a las personas mayores se adapten a los cambios sociales actuales para ofrecerles y entregarles lo que necesiten. Una opinión que debe prevalecer incluso sobre la normativa”. Así, insistió, “como mayor tengo que poder decidir sobre todo lo que voy a hacer con mi vida hasta el final”. Y, demandó, “adaptarse a los cambios de la sociedad vigente, como por ejemplo, transformar los viajes del Imserso al nuevo tipo de ocio y manera de ver la vida que tienen las actuales personas mayores”. 

Otras lineas incluidas en esta ‘Estrategia’, concluyó la titular del Imserso, son “combatir la soledad no deseada, el aislamiento, la falta de comprensión y entendimiento hacia el mayor; la potenciación del movimiento asociativo y el voluntariado senior; mantener las pensiones y sistema de vida digna; promulgar la participación activa en la sociedad a través de asociaciones e incluso partidos políticos propios, “¿por qué no tener un grupo político de mayores en el Congreso?” se preguntó; y evitar todo tipo de discriminación, principalmente los edadismos, en concreto, dijo, “los que utilizan algunos medios de comunicación, para que prevalezca el buen trato en todos los órdenes: físico, psíquico y verbal”.

V Premio Nacional Conjupes

Finalmente, se entregó a Antonio Conde Rios, presidente de la Asociación Seixo Marín, el V Premio Nacional Conjupes por su “labor desinteresada y altruista en la mejora de la calidad de vida de las personas mayores, especialmente aquellas con dependencia y discapacidad y por su larga trayectoria de atención personal y profesional al colectivo senior”.

El conselleiro de Política Social de la Xunta de Galicia, José Manuel Rey Varela clausuró el III Congreso Nacional de Conjupes poniendo en valor “la experiencia de la edad” e instó a las administraciones y entidades públicas a “avanzar en la mejora de la calidad de vida” de las personas mayores que representan, añadió, “la contribución al progreso y bienestar”.
“En Galicia una de cada cuatro personas tiene más de 65 años, tenemos afortunadamente muchas personas mayores, lo que no es un problema”, aseguró, “sino una oportunidad que en la Xunta queremos aprovechar”. En ese sentido mencionó los planes y actividades específicos que desarrolla el Ejecutivo gallego, “para la mejora de la calidad de vida” de este colectivo, pues, garantizó que “la mejora de su calidad de vida es uno de los ejes prioritarios de las políticas sociales de la Xunta de Galicia”. En esta línea de actuación enmarcó las acciones del Ejecutivo autonómico para reforzamiento de la atención a la dependencia, en especial de los servicios de ayuda a domicilio, hasta conseguir que “en la actualidad más de 8 de cada 10 gallegos con dependencia reconocida reciban prestación”.

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